El jueves 10 de diciembre el equipo docente a cargo del curso de Indagación Científica para la Educación en Ciencias (ICEC) en la PUCV se reunió con el fin de reflexionar sobre los modelos de evaluación que contempla el programa y coordinar el trabajo de los próximos meses.

Esta jornada nació luego de que los facilitadores del programa Corina González, Carolina Martínez, Paulina Bravo, Mónica Cortéz y Patricio Vargas participaran los días 26 y 27 de noviembre en el encuentro “Formador de Formadores ICEC”. Esta primera jornada fue organizada por el ministerio de Educación y congregó a las once universidades que desarrollan el programa ICEC a lo largo del país para debatir sobre cómo mejorar el curso.

“En el encuentro se conversó respecto a la evaluación, pero en términos generales, enfatizando cómo cada universidad aborda este tema. Lo que pasa es que el ministerio promueven mucho la evaluación en lógica de productos: que se hagan un pre test, un post test y se ponga una nota. Entonces, eso nos hizo pensar cómo estamos evaluando nosotros y ahí surgió la idea de juntarnos a hablar específicamente sobre esto: cómo estamos evaluando en general, cómo es la evaluación externa -que en nuestro caso va a hacer Mercedes Ahumada- y cómo es el desarrollo de los profesores”, señaló Paulina Bravo, docente a cargo del módulo “Visión de Ciencias”.

La reunión comenzó con una exposición general a cargo de Carolina Martínez, directora ejecutiva del programa ICEC PUCV, sobre las principales conclusiones que surgieron a partir del encuentro en Santiago y las actividades que abordará el curso durante el año 2016. Luego, Paulina Bravo presentó las pautas de evaluación que se están utilizando en los distintos módulos del curso, lo que dio paso a un intenso debate respecto a las estrategias de evaluación y los principios que hay en juego.

“La evaluación siempre se deja para el final, como si el momento de cierre sólo incluyera la evaluación, pero nosotros estamos en el inicio, por eso, es un buen momento para evaluarnos y así no caer en el estigma de que la evaluación es sólo una nota. Estamos preguntándonos al inicio de este proceso qué estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo para también poder ser un modelo de cómo debería ser la evaluación en los profesores. Además, la evaluación permite tomar decisiones, y eso es una mirada súper interesante que está presente en el curso ICEC”, indicó Bravo.

En esa misma línea, el Germán Ahumada, profesor del módulo “Curriculum en Ciencias”, desarrolló el taller “Revisión de prácticas evaluativas en ICEC”.

“Uno de los grandes temas ausentes en la formación profesional es la evaluación. Se da por sentado que todos sabemos cómo se hace, que implica poner una nota de una manera más o menos participativa, pero que al final se trata sólo de la calificación. De esta manera, se pierde de vista que la evaluación tiene muchas funciones. Una es la certificación, es decir, poner una nota, pero también hay una visión más moderna que señala que la evaluación es un instrumento que permite el aprendizaje. Para ello es necesario que aparezca la autoevaluación, la co-evaluación, la evaluación formativa, la evaluación formadora –que son dos cosas distintas- y que se ponga acento en el proceso, más que en el producto”, manifestó el docente.

“Muchas veces los profesores buscan recetas, que le digan qué es lo que tienen que hacer, pero la verdad, yo siento, que lo que debe esperar es que le den ánimos para que hagas cosas. Nadie le va a poder dar recetas porque su contexto es único. Por ello, el tema de la indagación yo lo concibo de la siguiente manera: yo no puedo aprender, no puedo pretender que mis alumnos hagan indagación si yo no sé indagar. Entonces, creo que este tipo de perfeccionamiento, que es muy distinto a todos los que había conocido -y he conocido todos los que han habido en este país durante los últimos 27 años-, espera que el profesor cambie esa postura, que no busque recetas, que entienda que él es quien genera conocimiento, y eso implica aprender la indagación no sólo como contenido, sino también como una postura de profesional”, reforzó Germán.

Luego, se desarrolló el taller “Propuesta de mejoras a las prácticas evaluativas en ICEC” que dictó Gloria Contreras, profesora del módulo “Evaluación para el Aprendizaje” y que dio paso a la revisión en conjunto de dichas propuestas. Entre los desafíos más relevantes que surgieron de esta jornada está la revisión de los métodos de evaluación que hasta el momento se tenían elaborados y, por sobre todo, la integración de la indagación científica como paradigma y no sólo como contenido de clases.

“La unidad de indagación está enfocada a que los profesores entiendan qué es y qué no es la indagación. Primero, deben comprenderla y luego pueden desarrollarla con sus alumnos, que es lo que espera el programa como resultado final, pero siempre pensando que pasa primero por la cabeza de los profesores y luego la práctica. Ellos están súper motivados con el tema de la indagación, de hecho, muchos profesores reportan que hay ciertas estrategias que las pueden llevar a sus clases. Se está poniendo la experiencia y la práctica sobre la mesa y estamos discutiendo sobre eso, se agrega cierta teoría que ayuda a tener otro nivel de introspección, pero básicamente, es lo que ellos están trayendo y lo que pueden compartir con otros lo que se pone en juego”, expresó Paulina al respecto.

“Este curso lo visualizo como una tremenda oportunidad de investigación, porque tenemos muchas hipótesis y creo que varias de ellas se van a validar con el proceso, muchos que vamos a aprender aquí. La misma jornada de hoy resulta sumamente valiosa porque hasta ahora no había visualizado las dificultades y las falencias que teníamos. El tema de la didáctica y del proyecto nos va a permitir hablar no sólo desde la intuición. Esta es una tremada oportunidad para generar datos, para validar las afirmaciones que vamos a hacer respecto de cómo se puede hacer un buen perfeccionamiento, uno que sea innovador y que efectivamente impacte en el desarrollo profesional”, reflexionó Ahumada.