Profesores de primera cohorte finalizaron su participación en el programa ICEC
Por Denisse Espinoza Ramos
En la jornada, el recién electo decano de la Facultad de Ciencias Jaime Mena Lorca destacó el foco que pone el curso en la autonomía de los pedagogos. “Este proyecto es realmente una muy buena medida que tomó el Estado para financiar el cambio a la educación en Chile. Hay mucha información que dice que los cambios se hacen con los actores principales y creo firmemente que esta es la única forma de generar cambios a largo plazo. ¿Por qué? Porque con ICEC los profesores se apropian y se empoderan de los saberes que logran construir y pueden modificar y crear nuevas formas de aprender. Aunque este fue un proyecto financiado por el Estado, gran parte del respaldo vino de parte de los profesores, quienes le quitaron tiempo a su vida y asumiendo esta tarea, que muchas veces no es comprendida por la familia. Espero que esto les sirva para ayudar al cambio y el conocimiento de los alumnos que tanto lo necesitan”, indicó.
Por su parte, la directora de la Escuela Presidente Aguirre Cerda de la comuna de Cartagena Margot Oyarzún también expresó algunas palabras durante la ceremonia, contando cómo se vivió el programa en su colegio. “Veo lo que hay y me pregunto ¿Por qué? Me imagino y me respondo ¿Por qué no? Llega al colegio este programa como una estrategia innovadora para abordar el aprendizaje en Ciencias. Afortunadamente, tres docentes de nuestro establecimiento aceptaron este desafío profesional y pudimos acceder a ésta capacitación en todos los niveles de nuestra escuela. Este cambio de escenario pedagógico fue muy importante para poder compartir con otros y aprender de otros. Cada uno de los profesionales que participaron tienen sus propias vivencias, aprendizajes, recuerdos y procesos pedagógicos, que impactarán en los aprendizajes de los estudiantes. Lo importante es que la indagación científica ya se ha instalado en tierra firme. Autonomía, colaboración y reflexión son competencias docentes necesarias para poder entregar a nuestros estudiantes una nueva manera de abordar las ciencias a través de la indagación. El compromiso existe y el próximo 22 de noviembre podremos mostrar lo que se está haciendo como comunidad de aprendizaje, que a la fecha la integran 11 docentes, en nuestra primera feria de Ciencias”, dijo.
Pablo Manzano, profesor de la Escuela Básica Los Maitenes de Limache, y Francisco Moreno, profesor de la Escuela Poeta Pablo Neruda de Isla Negra, elegidos por sus propios compañeros, fueron los encargados de representar las voces de los docentes que asistieron a este programa de formación ministerial.
“Parece mentira que llegamos al fin de esta aventura. El sentir que pasó rápido el tiempo sólo habla de lo interesante y significativo que fue para cada uno de nosotros este programa y del grato ambiente que se generó entre colegas y profesores. Creo que al principio no fue fácil, cada uno de nosotros llegó con diferentes miedos: ¿nos dará el tiempo? ¿podremos cumplir? ¿nuestras familias aguataran perdernos todos los sábados durante un año? ¿valdrá la pena el sacrificio? Al terminar, podemos decir claro que valió la pena. Después de los primeros días nos dimos cuenta de que éste no era un simple curso y comenzamos a comprender la gran responsabilidad que asumimos al tener la certificación ICEC; nos estábamos transformando en embajadores de nuevos paradigmas en las aulas, se nos abrían una visión nueva de la Ciencia, se revelaba la indagación con todo su poder de los aprendizajes. Al terminar puedo decir que valió la pena, sobre todo al ver a nuestros alumnos enfrentar las clases de Ciencias, como se encantan día a día, cómo se enamoran de la indagación, cómo ven la Ciencia de otra forma, cómo llegan contentos a las clases. Sé que es una gran responsabilidad, un gran compromiso, pero por suerte no estamos solos porque descubrimos, gracias a ustedes profesores, el poder que significa trabajar en comunidades de aprendizaje. Hoy termina un ciclo y comienza una nueva etapa de comunidad ICEC primera generación”, indicó Manzano.
Por otro lado, Francisco Moreno destacó la afectuosidad de los docentes que desarrollaron cada uno de los módulos que dio vida al programa ICEC en la PUCV. “Quisiera agradecer la oportunidad de expresar todo lo que hemos recibido tanto profesional como humanamente. Este proceso ha contado con actividades tan significativas como nuestra Muestra Científica, lo que nos llenó de orgullo y permitió destacarnos como ICEC Valparaíso en el VII Congreso Nacional y Latinoamericano de Educación en Ciencias. Tres días donde consolidamos nuestras relaciones profesionales y nos dimos cuenta que íbamos por buen camino. Profesores, nuestro compromiso ha sido desde el principio y eso se debe a la capacidad de ustedes de encantarnos y motivarnos, porque nos dimos cuenta que creyeron en nosotros, y les digo: no se equivocaron. Profesores, gracias por la calidad humana y profesional de cada uno de ustedes, gracias por ponerse en nuestros zapatos, gracias por conocer nuestra realidad. Queridos compañeros, profesores de la educación pública de Chile, es ahora que comienza nuestra entrega de todo lo aprendido. Tengo la seguridad que así será porque lo demostramos durante todo este… ¿diplomado?… ¿curso? ¡Qué importa! Nos vamos con un sello, que no es alto en caloría ni en sodio, es alto en indagación, es alto en comunidades de aprendizajes, es alto en estudios de clases, es alto en transformar la mirada de las Ciencias, es alto en compromiso, y eso se los prometemos que así será”, recalcó el docente.
Tras la entrega a los profesores de los diplomas que certifican su participación en el curso de Indagación Científica para la Educación en Ciencias, Corina Gonzáles Weil, directora del programa, se dirigió a los docentes, haciendo una reflexión de la forma en que surgió el curso y su impacto en los docentes. “Hace más o menos dos años el Ministerio de Educación nos llamó a repensar un programa que existía desde el 2003, el programa de Educación en Ciencias Basado en la Indagación (ECBI), y poner el foco en los profesores, quienes son los que realmente hacen el cambio. Ese desafío supuso conformar un equipo de cerca de veinte personas y trabajar con el Ministerio a nivel regional para convencer a las comunas, a los directores y a los profesores, de manera que fuera voluntario participar en el programa. Por eso, quiero agradecer a los profesores por querer embarcarse en esto, que ha sido duro y complejo, pero que a todas luces ha valido la pena. También agradecer a los directores de cada colegio y los sostenedores de cada comuna que, en mayor o menor medida, abrieron los espacios para que esto ocurriera. Fue así como hace casi un año comenzamos juntos este camino de aprendizaje mutuo, porque en general no habíamos trabajado con profesores de distintos niveles mezclados. Lo que supuso un desafío importante porque tuvimos que generar una visión que le hiciera sentido a todos, y además mezclar Biología, Física y Química. En el caso de ustedes, también supuso un desafío al involucrarse con un área que no era necesariamente lo que más les gustaba y también supuso empezar a conocerse entre ustedes. A veces trabajaban en el mismo colegio, pero no se conocían en el plano profesional, en términos de lo que hacían en la sala de clases. Creo que ese fue uno de los primeros aprendizajes, maravillarse con las cosas que hacen los colegas, en contextos muy similares, y que apuntan a lo mismo: generar aprendizaje en los niños. Hoy termina esta etapa, pero viene el desafío mayor, que es hacer esto sostenible a largo plazo”, declaró.
“Personalmente, quiero agradecerles habernos dado la oportunidad de conocer sus contextos, gracias a ustedes ahora somos mejores profesores con nuestros propios estudiantes y nos acercamos a lo que significa hacer clases en el sistema público. En términos de resultados, la realidad supera la imaginación porque ustedes no solamente han llegado a transformar sus prácticas, sino que muchas veces han transformado sus escuelas, han generado proyectos incluso a nivel de comuna, que trascienden la sala de clases. Eso ha sido también algo distintos de otros programas en lo que hemos participado. Hemos dejado instalada una semilla que puede crecer por sí sola, generar esta red de colaboración bajo el supuesto de que la experiencia de ustedes es valiosa Quizás, el ICEC ha sido una buena excusa para mostrar que esa experiencia en ustedes estaba desde siempre, pero que no habían tenido la oportunidad de compartirla y de mirarse. Creo que como ICEC hemos sido como un espejo, capaces de darle herramientas para llevar a cabo sus prácticas de una manera más formal o sistemática. El conocimiento está en la escuela, el tema ahora es organizar ese conocimiento para poder compartirlo y generar aprendizaje. Agradecer las confianzas, el gran sacrificio que significó para ustedes y su familia, a la Facultad de Ciencias, a la decana anterior y el decano actual, por confiar en nosotros y asumir este desafío que nos posiciona dentro de aquellas universidades que están aprendiendo a trabajar en la escuela y junto a los profesores, que es lo que se necesita para generar cambios en el sistema escolar”, agregó.
“La experiencia ha sido bien enriquecedora ya que todos los contenidos que nos enseñaron he podido llevarlos a cabo en la sala de clases, cambiando mi practica pedagógica y haciendo clases más didáctica desde la perspectiva de la indagación, lo que ha permitido que los niños participen más y se interioricen en lo que es la indagación. Creo que el curso ha sido muy bueno para mi vida. Ahora estamos trabajando para poder abarcar otras comunidades, para que otros colegas puedan conocer este paradigma. Estamos recién comenzando a juntarnos y a idear el proyecto. Me gustaría destacar actividades como las pasantías, las clases bien llevadas a cabo y a los profesores, bien técnicos y muy pedagógicos”, señaló Rodrigo Arancibia Segura, profesor del liceo Pedro de Valdivia de La Calera.
En tanto, Verónica Vera, profesora del colegio Padre Andrés Coindre de San Antonio indicó que “fueron nueve meses de viajar, de dejar la casa los sábados, de aprender cosas, de re-aprender otras, de bajar paradigmas y aprender otros nuevos. Tengo varios sentimientos y por eso es que este día es la suma de todo lo que pasamos, pero también la proyección de lo que viene. Para mí hoy no es el final, sino que es un hito que nos va a impulsar a seguir trabajando en esta idea de ICEC, que es una idea bastante ambiciosa pero no imposible”.
“Siento que cumplí un desafío personal, me encanté con la Ciencias, la estoy practicando en la sala, aunque nadie lo crea. Agradecer en nombre mío y de mis compañeras porque lo que recibimos académicamente y profesionalmente nos ha servido mucho para ponerlo en práctica”, recalcó Karen Johnson, profesora del liceo Luis Laborda de Hijuelas.
Por su parte, Fany Godoy manifestó sentirse emocionada. “Me gustaría incentivar a que otros profesores se animen a tomar este curso. Hoy siento una satisfacción, me voy contenta de mí misma, de haber terminado, con el deber cumplido de haber logrado llegar al final, lamentablemente no todos lo lograron. Siento que ICEC es un aporte a mi carrera profesional y estoy feliz por la unión que se formó entre nosotros. Muy agradecida de la Universidad, de los profesores, de Corina y feliz de este termino”, contó.